Tradición en Guatemala – ¿Qué es el Maximón?
El Maximón, un santo guatemalteco que forma parte de la tradición en Guatemala.
Una de las cosas que más me sorprendió durante nuestro viaje a Guatemala (aquí tienes la guía y el itinerario de 28 días por Guatemala) fue este peculiar santo que vimos en algunas de sus poblaciones. El santo Maximón es una figura muy venerada, y una tradición en Guatemala muy curiosa. Pero nada tiene que ver con los santos a los que estamos acostumbrados en la religión católica.
El Maximón es fruto del sincretismo que hubo en Guatemala. ¿Qué es el sincretismo? Brevemente: es el resultado de la mezcla de varias creencias religiosas, en este caso de la religión católica que llevaron los españoles durante la conquista y la religión prehispánica de la zona. Sobra decir que este santo no está reconocido por la iglesia católica.
La primera vez que visitamos a Maximón fue en Santiago Atitlán, uno de los pueblos más importantes de los que hay a orillas del Lago Atitlán. Entramos, sin saber muy bien qué hacer en una habitación mas bien oscura, que parece iluminada solo con la luz de un día muy nublado que entra por las dos puertas de la sala.
Lo primero que llama mi atención es una figura colocada en el centro. De madera. Viste un gran sombrero negro, y el cuerpo cubierto por un sinfín de pañuelos de todos los colores. Fuma un cigarrillo. Ése debe de ser El Abuelo, San Simón o Maximón… Tiene un fajo de billetes debajo de la corbata y a los pies un recipiente con algunos billetes más y bastantes monedas.
Hay también unas cuantas velas, algunas con la figura de la virgen de Guadalupe, y otras con la imagen de las 7 potencias africanas de la santería.
Está custodiado por dos hombres vestidos con el traje típico de la zona (el único pueblo donde vimos a los hombres vestir el traje tradicional). Los señores que custodian la figura tienen un aire aburrido, distraído. Es posible que uno esté dormido… Tengo la sensación de que esa sala es como un domingo eterno y perezoso.
El ambiente se me hace un poco pesado, la decoración me resulta algo abrumadora. Con el techo lleno de guirnaldas de papel de colores, hay figuras de santos a ambos lados de la habitación. Cuando entramos una señora era objeto de un ritual, un hombre le frotaba un zapato por el cuerpo. El ritual ya ha terminado, así que ahora reina el silencio.
Danny se mueve despacio, hace fotos intentando no molestar .Yo me quedo sentada en una banqueta a un lado de la puerta, intentando quedarme con los detalles de esta sala tan llena de cosas.
Cuando termina de hacer fotos, Danny pone unos billetes en el recipiente de las ofrendas. Le sonríen y salimos. Habíamos leído que cobran por la visita y por hacer fotos. A nosotros nadie nos pidió nada al entrar, pero si dejamos algo al salir. La cofradía se encarga de todos los gastos que pueda suponer el mantenimiento de San Simón, y no son pocos…
No hablamos hasta que nos hemos alejado varios metros de la casa. No sabíamos lo que nos íbamos a encontrar, pero estamos sorprendidos y un poco confusos. Pero nos ha gustado.
Así que unos días más tarde, no dudamos en buscar de nuevo al Mashimón (así se pronuncia) en el pueblo de Zunil, en los alrededores de Quetzaltenando (Xela).
Esta vez somos testigos de las oraciones a Maximón. Cuando llegamos había una señora rezando con tanto fervor que parecía que lloraba. Saca una botella de licor blanco, le da de beber a la figura del Abuelo, luego bebe ella. Así hasta que la botella queda vacía y le pone un cigarro encendido en la boca.
Después de un rato se retira y llegan 3 jóvenes. Todos ellos rezan y veneran a Maximón, le dejan ofrendas de tabaco, alcohol y dinero.
Otro detalle la mar de curioso, es que en Zunil, San Simón es trasladado cada noche a su habitación. Sí, San Simón tiene una habitación propia donde duerme. Los cofrades le llevan cada noche, le ponen un pijama y a la mañana siguiente le vuelven a sentar en el altar.
Dónde y cómo encontrar el Maximón.
San Simón no está en un lugar concreto siempre. No hay una capilla como tal dedicada a su culto, si no que cada año se le cambia de localización. Las cofradías de San Simón son las encargadas del mantenimiento de la figura. También de que los rituales se hagan cómo y cuándo deben hacerse.
El origen de esta costumbre se encuentra en la persecución que siempre ha sufrido esta imagen por parte de los sacerdotes católicos. Que cuando sabían donde estaba, mandaban destruirlo. Así, para que no fuera encontrado lo cambiaban de casa cada poco tiempo.
Así que si quieres visitarlo, tanto en Santiago de Atitlán como en Zunil tendrás que preguntar a la gente donde está. La gran mayoría lo sabe. No te será muy difícil encontrarlo. wink
Una de las cosas que aprendimos en nuestro viaje, es que la tradición en Guatemala tiene mucha importancia. La religión juega un papel relevante en la vida de la mayoría de la población, además de otras tradiciones y costumbres típicas.
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