El Real Monasterio de la Encarnación en Madrid.
Conventos de clausura en Madrid: Monasterio de la Encarnación.
Decididos a dar a conocer el patrimonio de Madrid y algunas de las curiosidades de la ciudad, el pasado miércoles por la tarde nos acercamos a visitar el Real Monasterio de la Encarnación. Y es que nunca habíamos visitado este monasterio, y aprovechando que los miércoles y jueves por la tarde su entrada en gratuita, nos dispusimos a hacerlo.
Merece la pena su visita por ver el famoso relicario y su pequeña iglesia, así que si lo podéis cuadrar en un viaje a Madrid o sois de la ciudad, os invitamos a que paséis a verlo. wink
Historia del Real Monasterio de la Encarnación.
En una plaza hoy día un poco olvidada por la grandiosidad de la cercana Plaza de Oriente (uno de nuestros lugares favoritos de Madrid), el Real Monasterio de la Encarnación ( ubicado en la plaza de la Encarnación ) es uno de los dos conventos de clausura que podemos visitar junto con el Monasterio de las Descalzas Reales, en pleno centro de Madrid.
Su fundación se debe al propósito de la reina Margarita de Austria (esposa de Felipe III) un 20 de Enero de 1610, cuando trae de Valladolid a las primeras hermanas para fundar la orden, para celebrar la expulsión de los moriscos en ese mismo año. Se las conocería como “las margaritas” (en honor a la reina) y su primer alojamiento será el monasterio de Santa Isabel.
En julio de 1611 comienzan las obras del edificio, poniendo la primera piedra el propio rey Felipe III. Pero la reina Margarita no podrá ver finalizada su obra ya que moriría ese mismo año al dar a luz a su 8º hijo. Si bien las obras las continua el rey en honor de la memoria de su esposa.
Cinco años después, un 2 de julio de 1616 se celebran la fiesta de inauguración, periodo que hasta el año 1734 fue el de mayor esplendor, cuando ese mismo año un incendio destruye la galería que unía el monasterio con el viejo Alcazar y la casa del Tesoro, pasadizo utilizado por los monarcas para llegar al monasterio desde el cercano palacio.
En la época de la ocupación francesa de José Bonaparte (hermano de Napoleón), cuenta la leyenda que un gato ahorcado en la verja del monasterio tenía un cartel dedicado al rey francés que decía:
“Si no lías pronto el hato
te verás como este gato”
Siendo esto una clara “muestra del cariño” que tenía el pueblo de Madrid a los franceses en aquella época. tongue
Las monjas abandonan el convento durante dos periodos en su historia:
El primero entre los años 1842 y 1847, aprovechándose este hecho para derribar parte del convento, quedando intactos el claustro, la iglesia y algunas habitaciones. Si bien años más tarde se vuelve a reedificar, su tamaño queda reducido.
El segundo durante la Guerra Civil (1936 -1939).
En 1965 se decide abrir el monasterio al público. También en esa misma década se trae una estatua de Lope de Vega de la glorieta de Rubén Darío a los pequeños jardines que hay en la plaza de la Encarnación, y donde sigue en la actualidad.
La gestión del Monasterio de la Encarnación es llevada por Patrimonio Nacional, y hoy en día todavía hay 12 agustinas recoletas en régimen de clausura en su interior.
Visitando el Monasterio de la Encarnación.
Lo primero en lo que nos vamos a fijar es en la fachada que posee el componente más representativo de la arquitectura religiosa madrileña durante la época barroca. Tallada en piedra berroqueña y decorada con una escultura de “La Anunciación” y dos escudos de la corona de la reina Margarita, se dice que esta fachada es un ejemplo de la sección áurea llevada a la arquitectura.
Entramos por la entrada que está a mano izquierda de la fachada, donde se localizan las taquillas, con un paraguero, y una pequeña tienda de souvenirs.
Esperamos a que se complete el grupo de 20 personas para empezar la visita guiada en la que NO se permite realizar ninguna fotografía, en parte por ser un convento de clausura, en parte por el uso del flash de los visitantes… Así que no os puedo enseñar nada de su interior. Una pena. sad
Entramos por la portería reglar (la cual solo se puede abrir desde dentro) para ver la primera sala llena de pinturas. Para mi gusto, aquí destacaría el cuadro “El intercambio de las princesas en el rio Bidasoa”, que narra un hecho histórico ocurrido entre España y Francia en 1615, y que llama la atención por el tamaño y la cantidad de detalles.
A mano izquierda entramos en la sala de pintura, decorada con grandes obras y donde el pintor de cámara de Felipe III, Bartolomé González y Serrano pintó mas de noventa cuadros de la familia real.
De aquí subimos a la primera planta donde en la primera sala hay dos esculturas que por su realismo no dejaran indiferente a nadie:
-Un Cristo yacente donde la cara es la viva expresión de la muerte. Esta obra de Gregorio Hernandez es una reproducción del Cristo de El Pardo.
-Y del mismo artista, un Cristo atado a la columna donde podemos ver el realismo de las heridas por los azotes en su espalda.
La siguiente sala era la que llevaba al pasadizo que unía el monasterio con el Palacio, y en la que hay copias de cuadros de reyes y reinas.
Deshacemos el camino andado para llegar al claustro bajo donde seguiremos viendo más obras pictóricas y capillas, para llegar al antecoro, donde podemos disfrutar de un par de curiosas piezas en miniatura hechas en cera.
En el coro destaca un cuadro de la ultima cena de Vicente Carducho, la sillería de nogal de 34 piezas pese a que el máximo permitido en la orden fuera de 33 miembros, pero se puso un banco más para que fuera simétrico, y una escultura de un Cristo yacente.
Y llegamos a la gran joya del Monasterio de la Encarnación, el Relicario del siglo XVII. Esta habitación está llena con más de 700 relicarios dentro de armarios acristalados.
Cada relicario es “una pequeña obra de arte” por el trabajo y cuidado en su construcción, pero hay una que destaca por encima de todas, quizás sobre todo por su valor simbólico, el relicario que contiene una ampolla con la sangre de San Pantaleón, que cada día 27 de Julio de forma milagrosa se fusiona (licuefacción), volviendo después también milagrosamente a su forma solida. surprised
Visitaremos la sacristía previo paso a entrar en la iglesia, que es una de las consideradas más bonitas de Madrid. Iglesia pequeña, recogida y no excesivamente decorada, con retablos, pinturas, esculturas y dos reciente tapices del año 2016, creados para celebrar el 400 aniversario de su fundación.
La iglesia puede ser visitada “en horario de culto” con las correspondiente limitaciones, por si alguien se quiere acercar a verla, no hace falta hacerlo con la visita guiada.
Salimos al exterior y nuestra guía nos explica la fachada de la que ya hablamos al principio, para finalizar la visita por el mismo sitio que la habíamos empezado, la portería reglar.
Una visita interesante donde destacaría sobre todo los datos de la vida de las monjas, la parte histórica y las anécdotas del edificio, y la parte “mas pesada” sea que el 60% de las explicaciones son referentes a la gran cantidad de cuadros que hay en el monasterio.
Con todo, si solo pudiera elegir un convento de clausura para visitar en Madrid, aconsejaría el Monasterio de las Descalzas Reales. En caso de visitar los dos como hemos hecho nosotros, primero visitar el de la Encarnación, ya que el de las Descalzas es mas grandioso y el de la Encarnación os va a saber a poco. wink
Horarios y precios del Monasterio de la Encarnación de Madrid.
Horarios:
Lunes cerrado.
De martes a sábado: 10:00 – 14:00 y de 16:00 a 18:30.
Taquillas abiertas mañana y tarde hasta las 13:00 y las 17:30 respectivamente.
Domingos y festivos: de 10:00 a 15:00 (taquilla hasta las 14:00)
Duración de la visita: La visita guiada (no se puede hacer por libre) dura una hora.
Horarios de Misa: Ver aquí.
Se aconseja mirar la página web, para confirmar la apertura en festivo o los horarios de los días de jornada reducida.
Precio de la entrada:
Entrada individual: 6 euros.
Gratis los miércoles y jueves en horario de tarde. (Así es como lo visitamos nosotros). wink
